May Lee Cosas

La dignidad e igualdad de las lenguas

Título:  La dignidad e igualdad de las lenguas: Crítica de la discriminación lingüística

Autor: Juan Carlos Moreno Cabrera

Año de publicación: 2000

Género: ensayo – lingüística

SINOPSIS

Este libro parte de uno de los descubrimientos más importantes de la lingüística contemporánea: la constatación de que todas las lenguas humanas conocidas, pasadas y presentes, tienen un grado similar de desarrollo. No hay lenguas humanas más simples o más complejas, más ricas o más pobres, más cultas o menos cultas, más o menos útiles para la comunicación. Sin embargo, todavía circulan entre nosotros muchas ideas y afirmaciones que tienen su origen en prejuicios. Este libro analiza dichos prejuicios e intenta mostrar que se basan en errores de apreciación o en presupuestos ideológicos ajenos a la estructura lingüística.

Juan Carlos Moreno Cabrera es catedrático de Lingüística en la Universidad Autónoma de Madrid.

MI RESEÑA

Le he dado muchas vueltas a si hacer, tanto esta reseña, como la de El instinto del lenguaje de Steven Pinkerque está por venir, porque, aparte de los tres posts sobre libros feministas que he escrito, solo reseño novelas y el feedback que tengo tiende siempre a alabar los libros de ese género que se inventa la gente que no lee mucho habitualmente. Ya sabéis de qué género os hablo: el género Que-enganche. No os juzgo ni un poco si sois de esos; quién soy yo para decir lo que está bien o no esperar de un libro. A lo que voy es que no sé si os va a interesar la lingüística, pero, dado que a mí sí me interesa (y bastante, además) y que este es mi blog y me lo f#@&% cuandescribo sobre lo que me apetece…

Pero no me apetece hablar de estos libros solo por la May del presente, esa que comparte de forma altruista libros con el Internet por ningún motivo contreto, sino principalmente por la May del pasado, que antes de empezar a estudiar filología no sabía nada sobre lingüística y le habría encantado tener de referencia algún libro introductorio a este campo porque los idiomas siempre le han interesado mucho y quería saber más de todo lo que en La llegada no tiene que ver con aliens. Y, si yo tenía esa inquietud sin desarrollar por la lingüística, lo más probable es que haya más gente en esa misma situación, así que lo publico para esa gente.

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Ahora solo hay que rezar muy fuerte a Zeus para que esa gente, temblorosa y fría en un mundo al que todavía no ha llegado la teoría lingüística, se encuentre con este blog para que puedan ver que hay esperanza al final del camino. Esa esperanza se traduce en términos contables como UN MONTÓN DE LIBROS.

Bueno, de momento yo os traigo uno.

Sobre La dignidad e igualdad de las lenguas: crítica de la discriminación lingüística hay que decir que, otra cosa igual no, pero tiene un título tan sincero como Serpientes en el avión o Piraña 3D. Parece una tontería, pero la ausencia de click-baits (que supongo que llevado a una biblioteca sería pick-baits, jeje, qué ocurrente soy,) en el universo académico es algo que le da paz a mi corazón*.

En este libro, tal y como sugiere su título, Moreno Cabrera habla de qué son las lenguas y de qué son los dialectos, suponiendo que hay diferencias reales más allá de la discriminación social y política entre esos dos términos (spoiler alert: no las hay).

“En puridad, nadie habla una lengua: todos hablamos una variedad lingüística. La diferencia comúnmente se concibe entre lengua y dialecto es política más que lingüística. (…) No hay lengua sino un conjunto de variedades lingüísticas estrechamente emparentadas y confinadas a un determinado territorio.” (pag. 47)

A lo largo de sus capítulos podemos aprender que la variación estándar de una lengua (en el caso de la española esto sería lo que la Real Academia Española dice que está bien  o no y cómo usar los distintos elementos del castellano) no es la mejor variación, ni la más válida, ni la más útil para la comunicación, ni es, de hecho, nada más allá que eso: una estandarización.

Estas estandarizaciones son necesarias y útiles, pues son lo que hace posible que puedan entenderse gallegos con murcianos, por mucho o poco desviado que esté su uso habitual del idioma con respecto al estándar. Por este motivo, el idioma que se usa normalmente en televisión es el dialecto estándar de la lengua. En el caso de España, se supone que toma como referencia el dialecto madrileño para componer el castellano estándar, por una parte porque es la capital de España y por otra, paradójicamente, porque es donde se graba la mayor parte del contenido audiovisual del país. Lo cuál no significa que en Madrid se hable mejor castellano, solo que ese castellano es el que se toma como referencia para el estándar.

Iluminemos esta chapita que os estoy pegando con un ejemplo: cuando la lengua inglesa se estandarizó, se escogió la variedad del idioma que se usaba en el triángulo de Oxbridge (la zona entre Oxford, Cambridge y Londres) y una de las características de esta estandarización fue la decisión de que en inglés no puede haber dobles negaciones. En este dialecto (o conjunto de dialectos que se utilizaron para la creación del estándar) no había dobles negaciones, pero en otras zonas del país, sí.

Decidir que una doble negación no es válida como negación es una idea que parte de las matemáticas, donde dos negaciones equivalen a una afirmación. Sin embargo, esto no es aplicable al idioma porque, como demuestra por ejemplo la lengua española, “no tengo nada” a pesar de ser una doble negación, no nos supone ningún problema entenderlo como la negación que es (a pesar de la suma de no + nada). Porque, spoiler alert, el lenguaje no son matemáticas.

Por eso hay dos lecturas ante frases como ‘I can’t get no satisfaction‘ (“no puedo obtener ninguna satisfacción”). La primera es que está “mal dicho” porque la compusieron quinquis cuya opinión sobre su idioma nativo no nos interesa y, la segunda, la opción que si interiorizáis os hará probablemente más libres y felices, (algo para lo que leer La dignidad e igualdad de las lenguas es muy útil) es que no existen las lenguas bien o mal usadas o habladas, solo distintos dialectos y, que entre esos dialectos no hay variaciones mejores o peores, sino que todos son igual de válidos.

“El hecho de que se produzca un proceso de estandarización de una variedad determinada no se debe en modo alguno a que ese dialecto sea en un sentido u otro superior o más excelso que los demás, sino a una serie de procesos extralingüísticos que tienen que ver muy a menudo con el dominio que un determinado grupo social, político, cultural o económico ejerce sobre otros grupos.” (pag.  48)

¿Alguna vez habéis pensado u habéis oído decir que el catalán no es un idioma? De ser así, os invito a que os paréis a pensar en quién toma la decisión de lo qué es o no es un idioma porque, como dijo Max Weinreich: una lengua es un dialecto con ejército.

“El origen de este menosprecio es claramente social y tiene que ver con el uso con fines políticos de una lengua estándar basada en una determinada variedad.” (pag. 49)

“(…) que el dialecto tiene menos prestigio que la lengua puede tener sentido cuando lo que se quiere justificar es un tipo de dominación cultural, política o demográfica, pero no lo tiene desde el punto de vista estrictamente lingüístico (…)” (pag. 51)

En resumen, la idea general que Moreno Cabrera va desenredando y analizando a través de este libro es que todas las lenguas (o todos los dialectos y sus posibles variaciones) son igual de válidas. Ni el castellano es mejor ni peor que el inglés, ni el inglés londinense es mejor o peor que el Black English, ni existen lenguas que solo utilicen cuatro “ruidos” para hablar, ni hay idiomas que no sirvan para expresar lo mismo que se puede decir en cualquier otra lengua que conozcáis porque, como afirma Noam Chomsky: si los extraterrestres estudiasen nuestro planeta, llegarían a la conclusión de que todos hablamos dialectos de un idioma común.

“En conclusión, si no se habla de matemáticas en una lengua, es sencillamente porque esa lengua nunca se ha utilizado para hablar de matemáticas y no porque no sirva para hablar de matemáticas. Es esta una idea-clave para escapar a buen número de graves prejuicios sobre las lenguas menos favorecidas por la sociedad actual.”

  • “Todas las lenguas tienen expresiones para transmitir información, hacer preguntas y dar órdenes.
  • Todas las lenguas tienen mecanismos lingüísticos para describir y narrar acontecimientos.
  • Todas las lenguas tienen mecanismos lingüísticos para señalar las relaciones de sus hablantes con su entorno.
  • Todas las lenguas tienen mecanismos para expresar razonamientos.
  • Todas las lenguas tienen mecanismos para expresar lo imaginado, lo soñado, lo visionado aunque no coincida con la realidad. Por tanto, en toda lengua se puede mentir.
  • Todas las lenguas permiten elocuencia, los juegos de palabras, los procedimientos retóricos.
  • Todas las lenguas permiten la excelencia estética de los mensajes. Por supuesto, depende en cada caso de la cultura, lo que se considera excelencia estética. Es decir, los mensajes se pueden disponer de una forma considerada bella en una cultura determinada.
  • Todas las lenguas conocen la connotación. Es decir, la asociación de un significado fundamental de una palabra con otros significados accesorios.”

(pags. 44-45)

Todas las citas directas son de:

Moreno Cabrera, J. C. (2000) La dignidad e igualdad de las lenguas: crítica de la discriminación lingüística. Madrid: Alianza Editorial.

Por si queréis saber qué más cosas estupendas trata este libro, os dejo el índice:

May lee cosas índice la dignidad e igualdad de las lenguas.jpg

Estaba pintarrajeado ya cuando lo cogí de la biblioteca 💔

SENSACIÓN GENERAL: MUY ÚTIL SI QUERÉIS CURAROS DE INCULTURA GENERAL

··· Esta es una reseña del libro leído en castellano ···

Si quieres saber más sobre mi sistema de puntuación puedes leerlo aquí.

*Que ya sabemos que no tengo, pero me entendéis lo que quiero decir.

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