Título: El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares
Autor: Ransom Riggs
Año de publicación: 2011
Género: Juvenil/Fantasía
SINOPSIS
El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares es una enigmática historia sobre niños extraordinarios y monstruos oscuros; una fantasía escalofriante ilustrada con inquietantes fotografías vintage. De niño, Jacob creó un vinculo muy especial con su abuelo, que le contaba extrañas historias y le enseñaba fotografías de niñas levitando y niños invisibles. Ahora, siguiendo la pista de una misteriosa carta, emprende un viaje hacia la isla remota de Gales en la que su abuelo se crió. Allí, encuentra vivos a los niños y niñas de las fotografías aunque los lugareños afirmen que murieron hace muchos años.
HABLEMOS DE TRILOGITIS, LA TERRIBLE ENFERMEDAD
Érase una vez una buena idea… bueno, tal vez solo una idea decente… dependerá de a quién preguntes. Sé que hay gente que no puede dar por buena una idea que no es totalmente nueva y original, pero de momento vamos a darle a esta el beneficio de la duda, ya que no sabemos el potencial que puede tener.
Érase una vez una buena idea a la que alguien decidió dar forma de libro.
Hasta ahí todo genial. Me encanta cuando alguien da forma de libro a una idea porque entonces se puede leer. Pero entonces…
Pero entonces llegó el terrible virus de la Trilogitis y fagocitó esta presunta buena idea, para luego vomitarla y dejar la trama en pedazos. Así que el autor de la misma decidió reconstruirla con nuevos espacios en blanco aleatorios. Porque ¿porqué publicar un libro cuando se pueden publicar tres? Es más, si tienen éxito, ¿porqué no hacer un cuarto libro y dejar que la Tetralogitis Post Mortem haga el resto?
Trilogitis fagocitando idea.
PERSONAJES
Los personajes están bien. No son una obra de arte precisamente, pero se dejan leer. Aunque tuve la sensación de que solo había un personaje “real” y de que los demás no eran más que maniquís con nombre. Pero tampoco creo que estén mal del todo… simplemente están. Como los árboles. Dices “ah, pues están” y sigues con tu vida.
Pero sobre el único personaje que creo que tenía más de una capa de profundidad, Jacob, debo decir que me pareció que lo que no tiene para nada es coherencia. Es el único niño del libro que aparentemente no tiene poderes mágicos, pero cuidado, porque en el fondo sí: de ser el mayor pasota del universo pasa a ser un formidable aventurero en lo que tardas en pasar página. ¿Cómo? Ni idea. Magia. Si fuera una evolución lógica o al menos medianamente paulatina del personaje sería otra cuestión, pero no es el caso. El crío se convierte en alguien con una personalidad opuesta a la que te han presentado. Un día de buena mañana llega a la conclusión de que le importa todo mucho y ya está.
Quote motivacional que Jacob no necesita porque tiene una fuerza de voluntad apabullante sin proponérselo siquiera.
HISTORIA
La historia en general está bien, al menos eso fue lo que me atrajo para leerlo. Me pareció que podía ser divertida. Y lo es a medias por culpa de la Trilogitis Aguda que sufre este pobre libro. Tiene su encanto, llega a ser interesante e intrigante, aunque no en exceso. Pero aunque no me llegó a aburrir, lo único que podía pensar al terminarlo es que el señor Riggs me podía haber contado lo mismo en la mitad de espacio. Y más aún: podía haber contado todo lo que tenía que contar en un solo libro y haberme dado el lujo y el privilegio de leer un final para la historia. Porque este libro, como por desgracia la mayoría de libros que padecen Trilogitis, no tiene final, literalmente. No es que no me convenciese o me dejase ganas de más, no, es que NO TIENE FINAL. No termina. Es claramente una primera parte; esto no tendría por qué ser algo malo, lo que es un problema para mí es que me quieran engañar diciéndome que es un primer libro, cuando solo es la primera parte (parte ≠ libro) de una historia que tampoco me importa tanto llegados a este punto, a decir verdad.
No me importa porque me siento engañada y el enfado que provoca este engaño es mayor al interés por la historia y, por otra parte, la forma es la que está escrito es demasiado mediocre como para que lo pudiera amar por encima de lo demás.
NO TODAS LAS TRILOGÍAS TIENEN TRILOGITIS
Entiéndase que no tengo nada en contra de las trilogías, ni de las sagas en general.
Una cosa es hacer una serie de 3 libros:
3 libros con sus 3 historias que a su vez son 3 partes de una historia más grande que engloba los 3 libros. (TRILOGÍA: EL CONCEPTO.) Pero cuando una de las partes no funciona por sí sola, amigo mío, algo falla.
Tres obras y no tres tercios de obra.
Y así, pensando en todo esto y sintiéndome engañada, es como un buen día me inventé el término Trilogitis. (Seguro que no soy la primera en inventar el término porque todo está inventado, pero qué más da.)
También es verdad que sí podría llegar a pasar por encima de la Trilogitis ante la premisa de una mejora posterior en la historia. Pero, en este caso, teniendo en cuenta las reseñas que he leído y lo que me han contado sobre los dos libros siguientes, eso no va a suceder. Por lo visto la Trilogitis está bien extendida por todas las partes, siendo el segundo casi en su totalidad de relleno y el tercero de decir “meh“. Y yo, si puedo evitar leer 1.152 páginas (página arriba, página abajo) para decir “meh“, pues lo evito.
Norma básica al escribir: si puedes eliminar algo, elimínalo. Si quitando una palabra la frase sigue diciendo lo mismo, quita la palabra. Si eliminar un párrafo/frase/capítulo no produce ninguna diferencia en lo que quieres trasmitir, elimínalo. SI PUEDES ESCRIBIR UN LIBRO DECENTE, NO HAGAS TRES BIRRIOSOS.
SENSACIÓN GENERAL: SE LES OLVIDÓ PUBLICAR UN CACHO
Si quieres saber más sobre mi sistema de puntuación puedes leerlo aquí.
1 Pingback