Una publicación de relatos al año no hace daño. En 2021 solo tuve un relato favorito, pero de ese ya hablaremos en otro momento. Hoy vengo a hablar de los relatos que más me gustaron un poco antes: «Cenote» y «El tapiz amarillo». Estos dos relatos tienen en común que ambos pueden considerarse parte del género de terror, aunque ahí terminan todos sus parecidos.
Como suelo decir en estos casos, mis reseñas se acortan bastante cuando hablo de relatos en vez de novelas por la evidente diferencia de longitud: si cuento más lo destripo. Y, dado que se tardan en leer entre una y dos horas, vas a tardar menos tú en leerlo que yo en reseñarlo en profundidad. Así que, si te dejo con ganas de más, hay una fácil solución: ve a tu biblioteca de confianza a por los relatos y léelos.
Título: «Cenote»
Autor: Shaun Horton
Año de publicación: 2014
SINOPSIS Y RESEÑA DE «CENOTE»
En México, una chica que está de vacaciones se va a pasear con su guía turístico. Todo son risas y bañadores fáciles de quitar hasta que se caen en un cenote (que es un pozo/cueva natural, por si no prestaste atención ese día en conocimiento del medio).
Tras la caída, se encuentran nadando en un pozo de agua bastante profundo. El agujero por el que se han caído queda muy lejos de sus cabezas y la pared de la cueva no tiene salientes donde poder agarrarse para escalar.
«Cenote» es un relato intenso como el que más, en el que da la sensación de que todos los minutos cuentan. Lo corto que es se compensa con el alto grado de suspense que cubre cada página (si fuera más largo podría provocarnos un paro cardiaco).
No me quedó más remedio que leerlo del tirón, estuve mordiéndome las uñas metafóricas todo lo que dura y, además, el desenlace me pareció un grandísimo acierto.
··· Esta es una reseña del relato leído en inglés ···
Título: «El tapiz amarillo» / «The Yellow Walpaper»
Autora: Charlotte Perkins Gilman
Año de publicación: 1892
SINOPSIS Y RESEÑA DE «EL TAPIZ AMARILLO»
«El tapiz amarillo» cuenta la historia de una mujer que está casada con un médico. Lo poco que sabemos de ella es que (probablemente) tiene depresión post parto o un problema psicológico del estilo. En consecuencia, su marido le receta un buen confinamiento solitario: la mujer pasa a ser recluida en la cama de su habitación, donde es controlada en todo momento y de donde no se le permite salir.
Tampoco le dejan realizar ninguna actividad: ni socializar, ni trabajar, ni escribir, ni hacer nada artístico. Así que su percepción de las cosas empieza a desvariar y el horrible tapiz amarillo que cubre las paredes de su celda empieza a adquirir vida propia. De esta manera, «El tapiz amarillo», convierte una historia costumbrista en un relato de terror.
ADEMÁS
El valor de este relato está tanto dentro, como fuera del mismo, ya que la autora se basó en su propia experiencia para escribirlo.
Tal y como gran parte de la población tuvo el placer de descubrir en 2020, estar mucho tiempo encerrado no es demasiado beneficioso para la salud mental, más bien todo lo contrario.
Charlotte Perkins Gilman vivió en primera persona la caída en picado de su bienestar tras ser encerrada y por eso decidió escribir «El tapiz amarillo», como forma de explicar que la costumbre de encerrar a las mujeres en áticos no solo no era útil, sino altamente perjudicial.
Se sabe que al menos un médico dejó de usar como tratamiento el encierro tras leer «El tapiz amarillo», así que, en mayor o menor medida, este relato ayudó a convertir el mundo en un lugar un 0.0000000001%* mejor.
··· Esta es una reseña del relato leído en inglés ···
*Porcentaje aproximado que me he inventado.
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