A veces leo cosas que no son novelas. A veces leo novelas gráficas, cómics, historietas, tebeos… No tengo ni idea de cómo funcionan los géneros de la narrativa gráfica. Cuando se basa más en dibujos que en texto, yo lo llamo cómic.
Ni leo muchos cómics, ni soy una experta en cómics, por eso me limito a una publicación al año de microreseñas de todos los que leí el año pasado. Ya lo hice con los de 2020. Este año, igual que en los favoritos de narrativa, las coronaciones se multiplican porque en esta ocasión he tenido dos bellos favoritos.
A continuación, mi experiencia con los cómics que leí en 2021. Primero mis dos favoritos y después los demás en orden arbitrario (el orden en el que los leí).
Lore Olympus: Volume One de Rachel Smythe.
Si tuviera que elegir un único favorito de todo el año sería este, Lore Olympus. Aunque no tengo ninguna necesidad de hacerlo, ya que las normas las pongo yo. Pero vamos, que este cómic me gusto un poquitito más que todo lo demás, si cabe.
Lore Olympus es un retelling de la historia de Hades y Perséfone (*tose*mitologíagriega*tose*). Ha sido el cómic más exitoso de Webtoons durante un montón de tiempo y en 2021 se publicó el primer volumen en papel.
Contado con una paleta de colores que parece que hayan elegido los propios dioses, Smythe recrea la historia del rapto de Perséfone. Consigue, de alguna manera mágica, que en vez de ser una historia de terror, sea mega adorable, pero sin dejar de ser fiel a la personalidad de las deidades mitológicas — a través de una voz contemporánea. Una fantasía en sentido literal y figurado.
Snapdragon de Kat Leyh.
Hasta que llegué a Lore Olympus estaba convencida de que no podía existir una historia más bonita que la de Snapdragon. Es una novela gráfica que empieza y acaba en un único tomo y que al terminar te deja como si te hubieran dado un abrazo. De qué va es lo de menos, aunque es importante mencionar que la historia de Snapdragon gana en adorabilidad a Lore Olympus.
La Visión, Vol 1: Visiones del futuro y La Visión, Vol 2: Poco mejor que una bestia de Tom King.
Sé que me quedé con la sensación de que La Visión estuvo bien, pero ha pasado un año desde que lo leí y ni siquiera me acuerdo de qué va. Así que me encantaría recomendarlo (porque se supone que es la crème de la crème para los fans de Marvel), pero no puedo. Y, como los superhéroes no son lo mío, además me da igual.
Black Hammer, Vol. 1: Secret Origins de Jeff Lemire, Dean Ormston y Dave Stewart.
Más superhéroes que llegaron a mi vida innecesariamente y que me dejaron igual que estaba. Pero, si te gustan los superhéroes, Black Hammer está guay porque es muy oscuro y triste.
Harley Quinn, Vol. 3: Kiss Kiss Bang Stab
(Harley Quinn (2013) #3) de Amanda Conner, Jimmy Palmiotti y Chad Hardin.
Si te hace gracia la Harley Quinn de Conner, el Vol. 3 está tan estupendo como el resto.
Ghosted in L.A., Vol. 3
(Ghosted in L.A. #9-12) de Sina Grace y Siobhan Keenan.
Hablé de lo mucho que me había gustado Ghosted in L.A. el año pasado y el último volumen estuvo igual de bien. Este cómic también es mega adorable y es el segundo de esta lista que le recomiendo a quien le apetezca un abrazo con forma de cómic.
This One Summer de Mariko Tamaki y Jillian Tamaki.
Estuvo bien. Me dio igual. This One Summer es un slice of life que no me dijo nada. No tengo nada en contra tampoco.
Intrusos de Adrian Tomine.
Intrusos fue un maravilloso descubrimiento. Es un conjunto de relatos formados por un humor súper sarcástico que no dejó de sorprenderme. Todos ellos agradables y recomendables.
Sunny Sunny Ann! de Miki Yamamoto.
Sunny Sunny Ann! fue otra muy grata sorpresa del año. Fácil y duro de leer a partes iguales, esta historia contada en varias partes es de lo más curiosa, con unos giros de argumento que no vi venir y algunas tramas muy locas.
Lamia de Rayco Pulido.
Y hablando de cómics curiosos: Lamia. Lo único que no me gustó fue el formato gigante y difícil de manejar en el que está publicado. A todo lo demás le pongo un sobresaliente. Transcurre en España en la década de 1940 y ya solo con ese contexto la historia es oscura como ella sola, solo que además la trama me tuvo enganchada hasta que lo terminé.
Mr. Milagro de Tom King.
Me dio la sensación de que me había gustado, aunque creo que no entendí nada. Después de leerlo, me informé y descubrí que es normal no entender Mr. Milagro. Igual que el Tom King anterior, ojalá poder recomendarlo, pero no sé si es bueno o malo.
Through the Woods de Emily Carroll.
Through the Woods sí que es bueno, por eso es mi única relectura gráfica. Me encantan los dibujos y la sencillez con la que Carroll cuenta estos relatos de terror. Siempre me saben a poco y me da pena que no haya diez tomos más.
Archivos Aespeciales de Flavita Banana.
Creo que los 30 minutos que gasté leyendo Archivos Aespeciales fueron 30 de los mejores minutos de mi año. No conocía a Flavita Banana antes de llegar a este recopilatorio, (cosas que pasan,) así que no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. Me encontré riéndome en voz alta en público y haciendo fotos a algunas de las viñetas (si me descuido se las hago al libro entero porque es gracioso (y bastante hardcore) todo el tiempo) para enseñárselas a la gente. Totalmente recomendable.
Y estas son las 14 unidades gráficas que consumí en 2021. Espero que 2022 esté a la altura. De momento sabemos que el segundo volumen de Lore Olympus sale en julio, así que parece que todo va bien.
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